Podemos ser muy independientes, de forma real o en apariencia en muchas áreas de la vida, pero cuando se toca el tema de relaciones nos damos cuenta de las múltiples heridas tempranas que aún están funcionando bajo la superficie y que nos llevan a actuar de manera infantil inconscientemente. Y no lo vemos. Validamos que es la otra persona quien solo debe tener ojos para nosotros, solemos usar el control, la manipulación y la limitación para tratar de mantener nuestras relaciones. ¿Te suena conocido? Y no importa de que lado estás, este tipo de manejo lo hemos hecho y recibido en algún momento.